30 marzo, 2014

EVELINA, de Frances Burney

Estreno el blog con mi última lectura del 2013 y la primera del 2014; no podría haber terminado mejor un año y comenzado mejor el siguiente, y este libro contribuyó a ello :)

A lo largo de esta entrada no encontraréis ni un solo spoiler sobre la historia, así que leer sin miedo ;)

EDITORIAL: dÉpoca editorial
EN MI ESTANTERÍA: Ocupando un puesto de honor. Leído entre Diciembre 2013 y Enero 2014.


EVELINA, o Historia de una Joven Dama en su entrada en Sociedad

Sinopsis de contraportada (es bonita, con gancho y sin spoilers, como a mí me gustan) :

Cuenta la historia de la hermosa Evelina Anville, hija no reconocida de lord Belmont, un aristócrata inglés de vida disipada. Desde su oscuro nacimiento y tras la muerte de su madre al dar a luz, Evelina se cría aislada en el campo con su tutor, el bondadoso reverendo señor Villars. Cuando está a punto de cumplir dieciocho años viaja por primera vez a Londres, donde se ve cautivada por su nuevo entorno, el "beau monde", y en particular por el apuesto y distinguido lord Orville. Pero su disfrute pronto se verá mortificado por la aparición de su abuela, madame Duval, y por el libertino sir Clement Willoughby.
Opinión personal :

Evelina es un libro costumbrista, cuyas páginas sumergen al lector en la época de 1770-1780 mientras acompañamos a Evelina en su primera incursión en “le beau monde”, es decir, en la alta sociedad londinense.

Ésta es una novela epistolar, pues está narrada en forma de cartas, la gran mayoría de la mano de la heroína, Evelina. Aunque en cierto modo “temía” esta forma con la que la novela está escrita, he de decir que no me ha resultado extraña, pues Evelina retrata sus vivencias en sus cartas como si de un diario se tratara, de tal forma que la sensación es la de leer un libro escrito en primera persona con la diferencia de que aquí veremos algún que otro punto de vista más de manera esporádica, como el del señor Villars.

La belleza de este libro, en mi opinión, reside en gran parte en conocer una época muy distinta a la nuestra a la par que leer cómo la protagonista, joven e inexperta como es, madura y crece al conocer un mundo que dista mucho de ser tan maravilloso como cualquier mente joven de la época imaginaría casi por obligación. El otro punto fuerte del libro viene marcado por la sátira y la crítica que Frances Burney hace a esta sociedad, la suya propia, a través de sus muchos y variados personajes.

Lo cierto es que he adorado todo de esta novela; los personajes, todos y cada uno de los cuales representan algo de una sociedad donde las apariencias marcaban el comportamiento humano, encontrándonos la ingenuidad e inocencia en Evelina, el amor imperecedero del señor Villars hacia Evelina, la bondad de lord Orville y sus exquisitos modales “de otra época”, la pasión desenfrenada de sir Clement y sus toscas maneras, la vulgaridad de madame Duval y los Branghton, la excentricidad del capitán Mirvan, el esnobismo del señor Lovel, la altanería de lady Louisa, el sarcasmo implacable de la señora Selwyn…y podría continuar mucho más, pues cada personaje tiene algo que lo hace único y especial. Pero tampoco puedo dejar atrás la historia, la cual avanza al ritmo con el que Evelina va cometiendo errores y madurando, aprendiendo a admirar o censurar actos y comportamientos siguiendo su propio juicio, sin olvidar el desvelo de un entresijo de acontecimientos que conformarán su propio pasado oscuro.

Y el lenguaje con el que está escrita…tan sólo eso ya merecería una oportunidad para ser leída, por lo menos a mis ojos. No es la narración irónica de Jane Austen, quien se dice fue admiradora de Burney, pues Evelina es la que escribe las líneas y esta muchacha no tiene maldad alguna, pero la forma de escribir y emplear las palabras me parece realmente hermosa, y los que quieran ironía verán aplacado su deseo con el capitán Mirvan y satisfechas sus ansias con la señora Selwyn, el terror de los “caballeros”.

(Habla el señor Lovel a lady Louisa) - […] Puede su señoría creerme cuando le diga que esta mañana me pasé media hora completa sin saber qué ponerme.
(Habla el capitán Mirvan) - ¡A fé mía! – dijo el capitán -, desearía haberlo presenciado, y de seguro que habría aligerado sus movimientos un poco…¡Media hora pensando lo que se iba a poner…! ¿Y a quién diablos piensa que le puede importar eso o no?
(Habla la señora Selwyn) - ¡Oh, capitán! No sea tan severo con este caballero porque piensa; sea cual sea la causa, le aseguro que no practica muy a menudo este tipo de ofensa.
- Realmente, señora, es usted maravillosamente amable - dijo el señor Lovel, colérico.

Estoy realmente agradecida a la editorial d’Época por haber traído este gran clásico a nuestro país en una edición ilustrada en tapa dura con sobrecubierta absolutamente preciosa, aunque deberían haber cuidado un poco más la corrección durante la segunda parte del libro, pues los errores que hay no son letras que sobren o falten, como en la primera, sino que son importantes en forma de continuas equivocaciones sobre qué partes del texto son conversación y cuáles no, y deslucen un poco un trabajo que se nota se ha hecho con sumo interés y mimo. Pero ya que menciono esto, mencionaré también que la traducción de la mano de Eva María González Pardo me ha encantado, pues no sólo me ha hecho disfrutar sobremanera sino que agradezco mucho el hecho de que haya incluido muchas aclaraciones sobre los distintos escenarios a los que acuden Evelina y sus acompañantes, o alusiones que, sin una debida explicación, podrían pasar sin pena ni gloria por la mente de un lector poco conocedor de dicha época, como yo.

Valoración : 

Para mí, un imprescindible de la literatura. A fin de cuentas es una de las madres de la novela, y más concretamente de la romántica o sentimental.